Parece que estamos muy lejos de aprender la lección como ciudadanos. Iniciando el 2025,el Perú nuevamente tiñe el cielo de color rojo en plenas fiestas de cierre de año. ¿La razón? El uso indebido de artefactos pirotécnicos.
Recordemos uno de los hechos mas lamentables que vivió nuestro pais, el siniestro de Mesa Redonda: el 29 de diciembre de 2001 donde perdieron la vida más de 277 personas, 247 heridos y 280 desaparecidos debido a un artefacto pirotécnico llamado «Chocolate» que generó un incendio llegando hasta 4 manzanas del establecimiento. Las temperaturas llegaron a 1600 grados centigrados, varias compañias de bomberos no pudieron con más de 900 toneladas de productos pirotécnicos que se prendieron de forma simultánea.
Se dice que las víctimas fácilmente superan las 500 personas. Se presume que muchas quedaron reducidas a cenizas, polvo o fragmentos. Algunos cuerpos fueron recogidos como basura por personal de limpieza horas después, mientras que otros terminaron siendo arrastrados al desagüe o alcantarillado cuando comenzaron a regar las calles. El calor era tan intenso que, en minutos, un cuerpo humano literalmente se convertía en polvo.
El presidente Alejandro Toledo, en ese entonces, declaró dos dias de duelo nacional y la prohibición total de productos pirotécnicos en el territorio nacional.
Luego de la catastrofe se registraron más de 8 incendios en estos 24 años hasta la fecha.
En una problemática que se ha vuelto recurrente en las celebraciones de fin de año, los bomberos voluntarios en Lima y Callao enfrentaron nuevamente una jornada sumamente intensa durante las primeras horas del 1 de enero de 2025, atendiendo al menos 75 incendios, según reportó canal N. La principal causa: la irresponsabilidad de algunos ciudadanos como las carencias de infraestructura y equipos del Cuerpo General de Bomberos del Perú.
Sin embargo, el hecho mas doloroso que se vivió el primer dia del año, fue la muerte de la mujer de 74 años quién perdió la vida debido a un incendio provocado por artefactos pirotécnicos en el distrito de Los Olivos, luego que introducieran un producto al garage de su casa. La tragedia puso de manifiesto las dificultades del sistema de emergencia, ya que la estación de bomberos más cercana no estaba disponible en el momento del llamado porque atendía otro incidente paralelo en la misma hora.
La actual presidenta Dina Boluarte, ni anteriores mandatarios, no se pronunciaron sobre el uso indebido de pirotecnia, pese a las muertes que ello ocurre, no hay una ley que lo prohiba en su totalidad. La pirotecnia afecta no solo al entorno donde se prepara el artefacto, sino a las personas que sufren con autismo y discapacidades en general, a la vez a mascotas quienes presentan convulsiones y muertes por infartos a causa de los estruendos que pueden durar hasta 5 minutos en el aire.
Lo sucedido en este año nuevo, refleja nuevamente la imprudencia de los ciudadanos, resulta preocupante que sabiendo nuestro pasado, aún se siga usando este tipo de productos que enumera más tristezas que alegrías. Además, olvidamos que la labor de los bomberos cada vez es más escaso, tanto por la falta de trabajadores, como de establecimientos en nuestro país.
Si bien el problema de los bomberos peruanos es estructural, la responsabilidad ciudadana también juega un papel crucial. La urgencia de atender las solicitudes del Cuerpo General de Bomberos, que no requiere solo inversión estatal, sino también el compromiso colectivo para evitar tragedias prevenibles.
Esperemos que este año que esta iniciando, el Gobierno peruano desarrolle nuevas leyes, los medios tanto de la prensa y contenido audiovisual en redes sociales, fomente conciencia en la sociedad peruana.