Cusco volvió a ser escenario de una de las celebraciones más emblemáticas del calendario andino: el Inti Raymi, la fiesta del Sol, que este 24 de junio reunió a miles de asistentes para rendir homenaje a la herencia incaica y al astro rey.
Desde tempranas horas, turistas nacionales y extranjeros abarrotaron la explanada de Sacsayhuamán, donde se realizó la escenificación principal de esta festividad ancestral que simboliza el renacimiento del sol y el inicio de un nuevo ciclo agrícola.
La ceremonia inició en el Qorikancha (Templo del Sol) con la salida del Inca, acompañado por su séquito, sacerdotes, ñustas y guerreros. Luego, la comitiva avanzó hasta la Plaza de Armas y finalmente a Sacsayhuamán, donde se desarrolló el acto central con danzas, música andina y ofrendas a la Pachamama.
Más que una fiesta, una reafirmación cultural, el Inti Raymi no solo representa un espectáculo turístico, sino una manifestación viva de la identidad cultural andina. Declarada Patrimonio Cultural de la Nación, esta festividad revive rituales precolombinos y promueve la valorización de las raíces del Perú profundo.
Este 2025, se destacó el uso de trajes tejidos a mano, el idioma quechua predominante en los discursos ceremoniales y una mayor participación de comunidades campesinas de la región.
Según datos preliminares de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR), más de 40 mil personas llegaron a Cusco para esta fecha, generando un importante movimiento económico en hoteles, restaurantes y servicios turísticos.
El Inti Raymi sigue consolidándose como una de las principales celebraciones culturales de América Latina, proyectando al Cusco como destino espiritual y patrimonial ante los ojos del mundo.